miércoles, 12 de enero de 2011

Un robot cirujano para intervenir en el páncreas


La cirugía laparoscópica en el páncreas puede realizarse ya con la ayuda de un robot de un modo seguro y eficaz, lo que amplía la libertad de movimientos del cirujano sin necesidad de realizar una intervención abierta.

Así se desprende de un estudio publicado en 'Archives of Surgery', que ha repasado los casos de 30 pacientes operados mediante este procedimiento. Las intervenciones con laparoscopia tienen la ventaja de ser menos invasivas que la cirugía abierta, pero reducen a cambio las posibilidades del cirujano en un órgano que requiere de una especial destreza.

Según los autores del informe, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EEUU), la laparoscopia presenta algunos problemas: "Limita el rango de movilidad del instrumental, empobrece la ergonomía del cirujano, depende de imágenes en dos dimensiones y reduce la destreza". Sin embargo, el empleo del robot permite superar estas barreras sin necesidad de recurrir a formas más invasivas de cirugía, según se desprende de los resultados estudiados.

El páncreas era un órgano que se resistía tradicionalmente a las intervenciones mínimamente invasivas, debido a que presenta dos importantes complicaciones: el sangrado de los vasos sanguíneos y la reconstrucción de los conductos del hígado y páncreas.

Los nuevos datos corresponden a pacientes a los que se extirpó parcialmente el páncreas entre octubre de 2008 y febrero de 2010, y los resultados de mortalidad y complicaciones graves coinciden con los que cabría esperar si se les hubiera intervenido con cirugía abierta. La diferencia es que los pacientes ganaron calidad de vida y se acortó el tiempo posoperatorio, como cabría esperar de un procedimiento menos invasivo.

Robot 'Da Vinci'

A cambio, el empleo del robot, un modelo Da Vinci de la empresa Intuitive Surgical, presenta dos inconvenientes: se tarda más en realizar la intervención y es más caro. Los autores confían, en todo caso, en que futuros estudios con más pacientes confirmen las ventajas del uso del robot asociado a la laparoscopia, al mismo tiempo que la tecnología podría evolucionar y reducir el tiempo necesario para montar el robot en el quirófano, que actualmente se encuentra entre la media hora y los 45 minutos.

La cirugía asistida con robot está siendo cada vez más demandada por los pacientes y en EEUU se anuncia incluso en las televisiones locales, según recuerda en un comentario que acompaña al informe el doctor Martin A. Makary, del Hospital Johns Hopkins, en Baltimore. Sus ventajas incluyen "menor dolor posoperatorio, tasas de infección más bajas, un estrés fisiológico reducido" y otros, según este autor, aunque insiste en recordar que "la tecnología no compensa la falta de práctica de un cirujano".

Aunque empezó usándose sobre todo en intervenciones urológicas y ginecológicas, cada vez es más habitual el empleo de robots en otras clases de operaciones. Emilio Vicente, responsable del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, destaca de esta técnica "la precisión del procedimiento, la excelente visión con la que se trabaja y la posibilidad de utilizar material quirúrgico totalmente articulado". Además, permite al cirujano realizar "movimientos que efectuaríamos de igual manera en cirugía abierta"

Más precisión para la cirugía de cataratas


Gracias a un dispositivo compuesto por un láser y una tomografía para obtener imágenes tridimensionales del ojo, un grupo de investigadores ha mejorado sustancialmente la precisión de las incisiones que se practican en las operaciones para resolver las cataratas. Sustituir la mano del médico por este aparato haría aún más segura y eficaz esta intervención, aunque habrá que analizar antes el coste-beneficio.

La cirugía de cataratas es la que más se practica en el mundo. En EEUU, se realizan más de un millón y medio de intervenciones cada año, la mayor parte en personas mayores. Esta afección del ojo, que consiste en que el cristalino se vuelve opaco impidiendo la entrada de la luz al ojo y dificultando así la visión, se corrige con un éxito muy alto gracias a los avances tecnológicos y a la pericia de los médicos, que con una pequeña operación sustituyen esta lente por otra nueva y transparente.

Pero, precisamente, "aunque el procedimiento manual se considera generalmente seguro y efectivo, sus resultados dependen mucho de las habilidades y experiencia del cirujano", señalan los autores en las páginas de 'Science Translational Medicine'. Uno de los pasos cruciales, del que depende en buena medida el éxito final, es el corte de la cápsula que envuelve al cristalino. Una incisión circular que se realiza a mano alzada y cuyo tamaño y posición se calcula a ojo. Se trata, añaden, "de un paso quirúrgico clave", que incluso para los cirujanos más avezados puede presentar complicaciones.

Los responsables del estudio, procedentes del Departamento de Oftalmología de la Universidad de Stanford (EEUU), han probado una técnica que sustituye al cirujano en éste y otros puntos de la intervención, y que combina un láser y un sistema de tomografía ocular que crea imágenes en 3D del ojo para calcular dónde hacer exactamente las incisiones. Esta tecnología "ya se usa para otras cirugías oculares y hace un par de años que se habla de esta aplicación en concreto", explica a ELMUNDO.es Julián García Sánchez, presidente de la Comisión Nacional de Oftalmología.

El dispositivo (Catalys Precision Laser System) fue diseñado para hacer el corte de la cápsula (capsulotomía), la fragmentación del cristalino mediante ultrasonidos (para extraerlo), incisiones para corregir el astigmatismo y otras que permiten introducir el instrumental para hacer la operación (colocar la nueva lente, suturar, etc.). Los resultados obtenidos con este nuevo aparato en 29 pacientes se compararon con los de la cirugía convencional practicada a otros 30.

Catalys "permitió el emplazamiento exacto, el tamaño y la forma precisos de los cortes", señala el estudio. En concreto, las dimensiones de la capsulotomía fueron 12 veces más precisas utilizando el láser y su forma cinco veces mejor. La integridad de la incisión era dos veces mayor, reduciendo así el riesgo de futuras roturas y, por último, todas estas mejorías permitieron que los ultrasonidos aplicados para romper el cristalino fueran un 40% inferiores.

Sin embargo, subraya García Sánchez, "habrá que valorar hasta qué punto estas mejoras compensan la inversión que habría que realizar en el aparato porque, realmente, no se producen muchas complicaciones con la técnica actual y tampoco se sabe cuántas causará este dispositivo".

Un implante muestra su utilidad en tres pacientes ciegos


Volar como los pájaros o devolver la vista a las personas ciegas son algunos de los viejos sueños de la humanidad. Un pequeño implante colocado en la retina de personas con un tipo de ceguera congénita ha permitido acercarse un poco más a este último, según publica un grupo de investigadores germanos en las páginas de la revista 'Proceedings of the Royal Society B'.

La retinitis pigmentaria es una patología congénita que afecta a unas 200.000 personas en todo el mundo. Por un defecto en uno de sus genes, los elementos de la visión encargados de captar la luz y transmitir esta señal al cerebro (conos y bastones) dejan de funcionar progresivamente, afectando primero a la visión periférica hasta causar progersivamente la ceguera parcial o completa.

El director del Instituto Oftalmológico de Tuebingen (Alemania), Eberhart Zrenner, en colaboración con la compañía Retina Implant AG, acaba de dar a conocer los resultados de los primeros ensayos con pacientes que han demostrado la eficacia de un pequeño microchip.

El dispositivo, que se implanta en la zona de la retina encargada de la visión en detalle (la mácula), consiste en 1.500 electrodos colocados sobre una pequeña superficie de apenas 3x3 milímetros cuadrados. Ellos son los encargados de suplir la función de conos y bastones y transmitir después la información captada al cerebro mediante un sistema de impulsos eléctricos.

Han sido necesarios 15 años de estudio hasta dar con el material biocompatible, con la técnica quirúrgica adecuada para implantar el chip y con la potencia eléctrica suficiente para estimular sin peligro el nervio óptico. A partir de ahora, añade la compañía fabricante del implante en un comunicado, seguirán trabajando para tratar de desarrollar un sistema sin cables gracias a un estudio europeo que reclutará a 25 pacientes de todo el continente.

Por el momento, el trabajo piloto ha contado con la participación de 11 pacientes con retinosis, que llevaban entre dos y 15 años sin ver. Cinco de ellos fueron capaces de reconocer formas y fuentes de luz con más o menos precisión, aunque son los res últimos los que protagonizan con más detalle el ensayo clínico publicado en la revista británica.

Se trataba concretamente de dos varones y una mujer de 40, 44 y 38 años respectivamente, que habían perdido la vista al menos cinco años de recibir el implante. Gracias al dispositivo, lograron identificar algunas letras, leer la hora en las manecillas de un reloj y reconocer sobre una mesa formas tan dispares como un plátano, manzana, cubiertos y un plato y vaso.

Los autores consideran que su trabajo es una prueba de concepto de que el sistema de electrodos puede ser de utilidad en pacientes con retinosis, aunque aún habrá que seguir trabajando antes de que pueda extenderse su uso. De hecho, advierten, no todos los pacientes con esta patología serían candidatos al implante.

Dar a luz dentro de una resonancia magnética




Dar a luz en el hospital, en casa, en el agua y, ahora, en una resonancia magnética. Sí, ha leído bien. Un grupo de especialistas, y una parturienta, se desplazaron hasta el citado aparato tecnológico para poder tomar instantáneas de calidad del alumbramiento. "Hasta ahora no teníamos más que dibujos que nos mostraban en qué consiste el parto", señala a ELMUNDO.es Felix Güttler, director del proyecto.

Este especialista, del hospital universitario Charité, en Berlín (Alemania), aclara que este acontecimiento, primero en el mundo, ha sido posible después de una labor multidisciplinar de unos dos años. Durante el proceso se recurrió a un tipo de resonancia magnética abierta, que permitió a la mujer situarse correctamente y a los médicos intervenirla de forma adecuada.

Por otro lado, Güttler destaca que se trabajó mucho para lograr que el campo magnético que emite la citada prueba de imagen no interfiriese con el resto de equipos e instrumental necesarios. "Tuvimos que desarrollar un nuevo sistema de monitorización fetal, que controlase los latidos del bebé y que no se viese afectado por la resonancia. Además, se emplearon herramientas de plástico y de titanio, que no son materiales ferromagnéticos".

Problemas técnicos

Otro de los obstáculos que tuvieron que solventar fue el movimiento. En una resonancia habitual el paciente ha de permanecer quieto mientras se toman las fotografías, algo que se antoja imposible en el caso de una parturienta.

"La forma que tiene esta prueba de obtener imágenes es similar a la de las cámaras fotográficas. Necesita luz pero cuanta más cantidad entra, más difícil es captar una escena en movimiento con claridad. Para lograrlo, tuvimos que ajustar la secuencia de la resonancia", aclara el especialista alemán.

La selección de la mujer que participó en el ensayo no fue casual. Se buscó a una embarazada que no fuera primeriza, que sus partos anteriores hubieran sido naturales (no por cesárea) y que no midiese mucho (para estar cómoda en el aparato). Entre cinco 'finalistas', se eligió a una candidata ideal que dio a luz a un niño en 45 minutos.

"Ya nos hubiera gustado que el bebé tardase un poco más en salir, para poder captar una mayor cantidad de imágenes, pero el parto fue perfecto", bromea el director del proyecto.

Con esta iniciativa, los expertos alemanes pretenden ver cómo se comporta el organismo durante el alumbramiento. Entre otras utilidades, esta información visual podría ayudar a entender mejor por qué, en ocasiones, es necesario realizar una cesárea.

¿La cirugía del futuro?


Una nueva vuelta a la cirugía por orificios naturales. En esta ocasión, un equipo del Hospital Clínic de Barcelona ha extirpado un tumor gástrico a través de la vagina de una mujer de 43 años. Este caso, pionero en Europa, pone sobre la palestra un tipo de intervención en alza y dispuesta a robotizarse en un futuro.

Cada vez son más los equipos médicos que se especializan en las técnicas mínimamente invasivas. El grupo de Antonio María de Lacy apuesta, desde el citado centro catalán, por ir aumentando progresivamente la dificultad de estas cirugías. "Ya no sólo se trata de extirpar la vesícula", apunta a ELMUNDO.es.

Con esta máxima dirigió el pasado cinco de noviembre la intervención en la que logró extraer un tumor tipo GIST de 8 cm a través del conducto vaginal de su paciente, que fue dada de alta tres días después. "Ya se habían realizado dos operaciones similares en Japón, pero en ambas el tumor era más pequeño, de unos dos centímetros", añade.

Lo cierto es que España está bastante bien situada en cuanto a NOTES (cirugía endoscópica por orificios naturales, en sus siglas en inglés) se refiere. Otra figura en la materia es José Francisco Noguera, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Son Llátzer (Mallorca), quien actualmente dirige un trabajo para probar nuevos endoscopios más flexibles.

"Se trata de miniaturizar los instrumentos; que éstos puedan manipularse mejor; que sean rotatorios; que tengan articulaciones; y que mantengan el mismo nivel de seguridad", explica este experto.

Con estas mejoras se pretende combatir la insuficiente movilidad de determinadas herramientas quirúrgicas con la que se encuentran los cirujanos. Aunque puedan visionar el interior del paciente, no siempre alcanzan todos los ángulos desde un mismo orificio, lo que 'obliga' a realizar incisiones en el abdomen. Estas nuevas 'entradas' también son necesarias para introducir todo el instrumental.

Como él mismo explica, "actualmente no se realiza la técnica NOTES de forma pura sino híbrida". Pero, a pesar de ello, los especialistas destacan sus amplios beneficios frente a la cirugía abierta (menos efectos secundarios, recuperación más rápida) y la laparoscopia (que requiere más incisiones y de mayor tamaño).

"La estética es lo de menos. Lo más importante es que aparecen menos complicaciones, como cuando se produce una infección. Además, cuantas más incisiones, mayor es el riesgo de aparezcan hernias o adherencias", recalca el doctor Noguera.

El ombligo y el recto

Este médico, que dirige sendos grupos de investigación sobre esta línea en el Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS), cuenta con bastante pericia en la denominada 'cirugía de puerto único'. A través del ombligo, y de un par de incisiones abdominales, puede, por ejemplo, extraer la vesícula en unos 30 minutos.

"Es una técnica que nos aparta del objetivo final de no tener incisiones externas pero ofrece beneficios sobre la laparoscopia (que es la técnica que actualmente está más establecida) con un mínimo coste de desarrollo (se pueden emplear un laparoscopio rígido)", recalca.

Por otro lado, el doctor de Lacy, jefe del servicio de Cirugía Gastrointestinal del Clínic, presume de haber sido el primero en extirpar una vesícula por la boca y un cáncer de colon por vía anal.

"El futuro pasará por robotizar la técnica y también por establecer una igualdad entre sexos. Obviamente, la vagina no es una vía de entrada válida para el hombre así que estamos estudiando la viabilidad de introducirnos por el recto", concluye.

Informática médica


Informática médica es la aplicación de la informática y las comunicaciones al área de la salud, mediante el uso del software médicoformando parte de las tecnologías sanitarias. Su objetivo principal es prestar servicio a los profesionales de la salud para mejorar la calidad de la atención sanitaria.

Es la intersección de las ciencias de la información, ciencias de la computación y la atención de la salud. Se ocupa de los recursos, los dispositivos y los métodos necesarios para optimizar la adquisición, almacenamiento, recuperación y utilización de la información en salud y biomedicina. Los instrumentos informáticos de la salud incluyen no sólo los ordenadores, sino también guías de práctica clínica, terminología médica formal, y de sistemas de información y comunicación.

Existen varias formas de definir a la informática médica, pero vamos a referirnos a la definición de Enrico Coiera, por considerarse una de las mas conceptuales y completas: Es el estudio de cómo el conocimiento médico multidisciplinario es creado, conformado, compartido y aplicado.(Guide to Health Informatics. Enrico Coiera. 2th Edition)

La informática médica se apoya actualmente en las tecnologías de la información y comunicación (TICs), arribando al concepto de e-Salud,Telesalud y Telemedicina. Mientras que e-Salud (salud electrónica) es un nombre genérico que engloba a todas las aplicaciones informáticas en el ámbito de la salud, la Telesalud se refiere al uso de las TICs en las tareas medicas pero ejecutadas a distancia. Estas tareas no solo se enfocan en la atención de pacientes, sino tambien en la capacitación y educación médica a distancia.

Engloba a varias subdisciplinas, algunas de las mas importantes son:

  • Informática Medica de orientación clínica
  • Informática aplicada a Salud Publica y Epidemiología
  • Telemedicina
  • Informática aplicada a la Enfermería
  • Diseño y desarrollo de Ontologías Médicas
  • Información al paciente y consumidores

La Robótica en la medicina